miércoles, 7 de noviembre de 2012

Visita a la Sexta


Al estudiar el tema de las facultades sensibles, se realizo la visita a la Sexta para entender más a fondo dicho tema. Con esta visita, se pudo entender con mayor claridad los sentidos que poseemos.

En la siguente fotgrafia, se observa el sentido del gusto, olfato y vista siendo estimulados por los alimentos. Este es un ejemplo claro de como los sentidos sensibles son atraidos por el bien. debido que el cuerpo identifica a la comida como bien, los sentidos sensibles son activados y buscan este bien.

En la siguente fotografia, se puede observar claramente las diferencias entre las facultades locomotrices de los animales y del ser humano. los humanos estan utilizando solo las extremidades inferiores para movilizarse y esta en una postura vertica. En el otro lado, se observba como el animal esta utilizando sus cuatro extremidades para caminar y estas son usadas como soporte para su postura en sentido horizontal.
                                         
En esta fotografia, se observa como la compañera demuestra las potencias sensibles al darle de comer a las palomas. Ella muestra los sentidos de la vista, tacto y oido para darle de comer a las aves. 
El anuncio que se encontraba en la Sexta, muestra claramente como este estimula los sentidos del publico para que busquen el bien, en este caso la comida, siendo esta el apetito concupiscible. Este es el bien que se desea y se obtiene con facilidad ya que siempre esta presente. 
Este anuncio es un vivo ejemplo del apetito irascible. Esto es que se busca un ambiente sano para el publico. Con este anuncio, se desea transmitir el mensaje de que con apoyo de todos, la ciudad sera un lugar mejor donde se pueda convivir. 
La siguente fotografia es un ejemplo de la funcion vegetal de la nutricion. se observa como el maiz es utilizado para alimentar a las palomas. Este maiz es la representacion de la vida vegetal que da materia para el bien de la vida. 
Las fotografias a continuacion, son el ejemplo de la inmutacion sensible y espiritual. Se observa como aunque el muchacho esta disfrazado para reflejar ser un arbol, este no puede ser mutado para ser un arbol fisico. El espiritu de el no es mutado de ninguna manera tampoco dado que el sigue teniendo vida espiritual ya que razona y tiene sentimientos. estos sentimientos se reflejan al amor que el desea mostrar hacia la naturaleza y desea ser parte de esta. 


en las siguentes fotografias, se observa los sentidos de la percepcion, imaginacion, memoria y cogitativa. el las fotografias del payaso, se estan utilizando los sentidos de la memoria, imaginacion y cogitativa. El payaso esta utilizando su imaginacion para poder modelar con globos a un Mario. A la misma vez, se encuentra  la percepcion al intentar mostrar la figura de Mario con dichos globos. La cogitativa es utilizada al mostrar sumo cuidado para manipular los globos para poder realizar esta figura a la perfección. 

 En la fotografia del mago, se muestra la memoria debido que este tiene que tener una memoria muy buena para poder mostrar sus trucos de magia al publico sin falla alguna.
En la siguiente fotografia, se observan el estado de animo de los miembro del grupo. se refleja en la sonrisa de nosotros que estamos pasando un momento alegre donde disfrutamos compartir tiempo unos con los otros. es necesario entender que no se debe uno llevar por los sentidos en todo momento ya que si esto sucede, hay una posibilidad que estos guien a una persona a una vereda que o es la indicada debido que los sentimientos demasiado sensible y buscan el bien más proximo que satisfaga dicha felicidad. 

con las fotografias tomada en esta visita se da a mostrar como los sentidos de los humanos son diferentes a los de los animales. primero que nada, los animales buscan el bien más cercano y que este presente. los humanos son diferentes al tener la capacidad de eleccion para buscar y obtener el bien que sea de mejor satisfaccion para su apetito. usualmente, el animal actua mediate al apetito concupiscible y el humano utiliza el irascible. 




Visita al Museo de Arte Moderno

Al estudiar el tema de El Lenguaje Manifestado, se realizo la visita la museo de Arte Moderno para entender mas a fondo el tema. 

En la siguente fotografia, se puede observar como el lenguaje artistico tiene más fuerza que el lenguaje oral. esto es dado que en el artistico, uno puede expresar una idea graficamente y se da a entender a todo tipo de prublico mientras que el hablado, solo las personas que hablan este idioma pueden entender dicha idea. Con esta fotografia, se da a entender el sufrimiento vivo de Jesus al morir en la cruz. Esto se puede captar por cualquier tipo de publico cuando el lenguaje oral, solo cierta persona lo podrian entender. 
 En la siguente fotografia, se puede observar el lenguaje personal de la persona.  En esta se observa como los pasos de la bailarina en pleno baile. en esta podemos observar el lenguaje de la señorita al bailar ya que el baile es la forma de expresion de ella.
En la fotografia a continiacion, se observa el proceso del lenguaje. En esta obra, se observa como uno se penso de primero y luego se transmite el mensaje.  al creas esta obra, el artista tuvo que pensar en la tecnica al utilizar y en que se deseaba transmitir y luego se transmitio el mensaje con la pintura. la forma al distribuir los colores y las formas da a entender que esta obra de arte tubo un proceso calculado para dar a entender el mensaje deseado por el artista.
En la siguente obra de arte, se observa claramente como el ser humano es un ser pensante e intelectual. se ve como el indigena ha creado fuego para la sobrevivencia de si mismo. Esto refleja el razonamiento de la persona al crear este fuego. esta fotografia refleja el pensamiento racional de una persona intelectual ya que esta sabe que sin el fuego, no hay manera de sobrevivir en la intemperie.




Lenguaje Manifestativo y Personal



En el presente tema proponemos esta idea a considerarse: la persona humana no sólo posee conocer, sino que es conocer. El conocer personal es otro de los radicales personales.

Para poder entender más acerca del lenguaje manifestativo y personal debemos entrar un poco a lo que son las condiciones lingüísticas según los filósofos, ya que estamos viendo el desarrollo de una persona y el estudio de esta humanidad desde un punto de vista filosófico.

Aristóteles afirma que la primera condición para que haya lenguaje (hablando de lenguaje oral) es que haya sonido, una cualidad de las cosas naturales. La segunda es el medio, pues sin él el sonido no se puede trasmitir. La tercera es el oído. Sin nadie que oiga el sonido, de nada sirve hablar. En cuarto lugar se necesita que el mismo sujeto que oye sea capaz de emitir sonidos: la voz. 

Al entender esto podemos ver que la voz humana no se reduce nada más a ser un ruido porque la utilizamos para comunicar Aristóteles defiende lo convencional debido a que puede crecer ilimitadamente, La palabra es convencional y sustituye el significado de la voz por otro que expresa otras cosas que la voz no puede.

El lenguaje natural es limitado, pues posee un signo para cada realidad, pero el convencional puede crecer ilimitadamente. 

Es superior el convencional, porque mientras la voz se refiere a una sola realidad, la palabra, siendo una, se refiere a muchas realidades. La palabra es convencional y sustituye el significado de la voz por otro que expresa otras cosas que la voz no puede.

La voz sólo puede expresar sentimientos.

El lenguaje habla en universal, y precisamente por eso no dice todo lo que de la realidad se puede decir. Por eso no acaba nunca de decir lo que las cosas son, esto es, no agota el significado de lo real. A eso se le suele denominar elipsis. El lenguaje es elíptico por necesidad, porque está al servicio del pensamiento, y el pensamiento funciona mucho mejor en régimen de universalidad que de particularidad.

El hombre inteligente, señalaba Platón, es el que entiende más cosas con menos ideas. Es el tema de la síntesis, tan usado por Aristóteles. Recuérdese que las frases de sus libros son tele-gramáticas. Si el lenguaje está al servicio del pensamiento dicha síntesis le afecta nuclearmente. Es mucho mejor la universalidad que la particularidad. Es mucho mejor, más significativo, y más sencillo de aprender, un lenguaje convencional que un lenguaje pegado a la imaginación, es decir, que un lenguaje representativo, jeroglífico, plagado de imágenes. 
En el hombre es importante entender que nuestro lenguaje es manifestó también gracias al pensamiento. El que no sabe pensar no puede fraguar ni comunicarse con ningún lenguaje convencional. Por lo mismo al hablar de lenguaje, voz y palabra también debemos entender la diferencia entre el lenguaje y el pensamiento.

Como fundamento del lenguaje convencional debemos observar que sólo puede hablar el que sabe hablar. No se trata de dominar un idioma o de manejar un lenguaje computacional, sino de ser capaz de formar o entender un lenguaje convencional porque se es inteligente. En síntesis debemos saber antes de poder hablar.

El lenguaje convencional se divide en dos tipos el oral y el escrito.  Con esto debemos sostener que el hablado es más expresivo que el escrito porque cuenta con más modulaciones de la voz, que son sumamente difíciles de expresar con signos escritos.

El lenguaje oral por lo mismo debemos considerar como superior al escrito, y con la tecnología hemos visto que esto es apoyado con la idea de que como seres humanos nos es mejor el recibir un mensaje hablado y poder oírlo, con grabaciones, estos manifiestan mucho mejor el modo de ser del interlocutor, asi mismo aquéllos que la acompañan de imágenes en las que se aprecian los gestos que se realizan con el rostro, las manos, etc., son aun mejores y superiores porque todos esos signos están en función de la inteligencia humana. El lenguaje audiovisual es superior a los otros dos.

El lenguaje personal es el modo de abrirse de la persona humana hacia la intimidad y hacia la transcendencia. 

Al conocer el lenguaje personal nos podemos darnos cuenta que no es convencional porque ninguna persona es igual a otra y, por tanto, el sentido de su hablar, de su renitencia, es único, irrepetible.

Así mismo podemos comprender que el lenguaje natural es en esencia la expresión de la naturaleza humana. Los convencionales son manifestación de la persona, porque sólo la persona es capaz de perfeccionar su naturaleza, y el lenguaje convencional es muestra de la naturaleza perfeccionada, es decir, de la esencia humana. Pero ninguno de los dos es el lenguaje personal. El lenguaje convencional forma parte de la esencia humana, el personal, del acto de ser o de la persona misma. El lenguaje en el orden personal también es remitente, aunque no sensible.

Sostener que hay jerarquía entre los órdenes lingüísticos conlleva mantener que los inferiores están subordinados a los superiores y, a la par, que son manifestación de ellos. En el fondo, los diversos lenguajes son derivados del lenguaje personal. Su lenguaje depende del primer lenguaje.

Facultades O Potencias Sensibles


Potencias o facultades son, pues, los principios potenciales de las diversas operaciones que pueden ejecutar los seres vivos. “Principios” indica que son el origen de donde nacen tales actos. “Potenciales” indica que no siempre actúan sino que hay alternancia entre el actuar y el omitir la actuación. “De operaciones” indica que cada una ejerce distintos actos. 

Las facultades o potencias no se reducen a los órganos. Aunque existe una estrecha relación, no hay que confundir el soporte orgánico de la facultad con la facultad misma entera. Así, por ejemplo, la facultad de la vista no se reduce al ojo, o si se quiere, no se agota en organizar los componentes somáticos del ojo (retina, córnea, bastoncillos, cristalino, etc.), sino que da para más, ¿para qué?, precisamente para ver. Pero el acto de ver no es retina, córnea, bastoncillos, cristalino, etc., ni la suma de ellos, porque el ver no se ve, esto es, no es corpóreo.

A todas las facultades sensibles animales y humanas les ocurre lo mismo: además de vivificar su órgano, les sobra vida para realizar sus actos no orgánicos propios. Lo cual indica que la facultad es más que órgano y que sus actos tampoco son orgánicos. las potencias sensibles se distinguen precisamente por la medida de ese sobrante o ese más de vida que salta por encima de las necesidades orgánicas. Unas potencias son más que otras en la medida en que aquél principio que organiza y vivifica el órgano sobrepuja respecto de su papel de estructurar lo orgánico. 

La jerarquía entre las distintas facultades sensibles
Las facultades están ordenadas entre sí, y también sus órganos. Pero el orden entre las facultades, y consecuentemente entre sus órganos, lo marca la jerarquía. Se patentiza este orden por la dependencia de unas potencias respecto de otras. Por ejemplo, del sentir −sensorio común, en lenguaje aristotélico, percepción en denominación actual− dependen los sentidos externos, pues en rigor no se ve, oye, etc., si no se siente que se ve, oye, etc. La dependencia implica, pues, una subordinación de las potencias inferiores a las superiores.

La escala jerárquica entre las potencias tiene en la cúspide de la pirámide a la inteligencia. Todas las facultades están subordinadas a la razón, pues están en función de ella.

La clasificación de las potencias y funciones humanas: En los sentidos externos, cinco facultades: tacto, gusto, olfato, oído y vista. En los internos, cuatro: sensorio común o percepción sensible, memoria, imaginación y cogitativa (llamada estimativa en los animales). Dentro de las apetitivas sensibles, dos: apetito concupiscible y apetito irascible. En las locomotrices no suelen establecerse distinciones, aunque son patentes. Por último, en las intelectivas, dos: la voluntad y la inteligencia.

La distinción entre la funciones animales a nivel vegetativo 
Las funciones vegetativas son las que tienen por objeto el mismo cuerpo, siendo éste vivificado por el alma a través de ellas. Se trata de tres funciones distintas: la nutrición, el desarrollo y la reproducción. 

La primera de las funciones vegetativas, la más baja, es la nutrición, a la que también se llama metabolismo. La nutrición consiste en asimilar a sí, al propio cuerpo, lo externo posible de ser asimilado. Al ser asimilado, lo inorgánico es transformado, porque pasa a ser orgánico, vida de la vida del ser vivo. La nutrición transforma la índole de lo físico.

La reproducción es la actividad mediante la cual se reduplica un organismo. Como los vegetales y animales están cada uno de ellos en función de la especie.

 El desarrollo o crecimiento es la función central de la vida vegetativa. En sentido estricto no consiste en un aumento de tamaño, en ser más alto, grueso, etc., sino en la operación que lleva a cabo la distinción orgánica.

tales funciones en el hombre están vinculadas a lo psíquico y personal.

La distinción en los sentidos externos:
Los sentidos externos son aquellas facultades sensibles que además de vivificar a su propio órgano corpóreo, permiten conocer de modo sensible las realidades físicas particulares que están presentes. 

Los sentidos externos son cinco: tacto, gusto, olfato, oído y vista.

En los sentidos externos se pueden diferenciar dos grupos:
  • Los inferiores: tacto, gusto y olfato.
  • Los superiores: oído y vista. 
A los primeros se les llama así porque conocen la realidad física muy pegados a ella; muy inmutado su soporte orgánico. A los segundos se les llama superiores porque conocen a distancia, más formalmente, es decir, sin ser tan afectados, inmutados, en su base corpórea por la realidad física sensible.

Sentidos internos:
Los sentidos internos son cuatro: sensorio común, (también denominado conciencia sensible o percepción) la imaginación, y la cogitativa.

En cuanto a los sentidos internos las diferencias del hombre con los animales son evidentemente más marcadas en los sentidos superiores, que en el sensorio común. Nuestro sensorio común o  percepción sensible siente en común los actos de los sentidos externos, pero nota que la distinción jerárquica entre ellos es la mejor posible para conocer la realidad sensible, porque conocemos más con los más cognoscitivos que con los menos, asunto ausente en los animales que carecen de esa jerarquía. 

Tomemos ahora en consideración los otros tres sentidos internos, que son más altos que la percepción sensible. 

La imaginación nuestra no es meramente reproductiva, sino creadora. 

Nuestra memoria sensible no es sólo remisniscente, sino que la podemos dirigir para evocar lo que nos interesa o para crear, por ejemplo, reglas nemotécnicas. Evidentemente esa dirección depende de la inteligencia. 

En cuanto a la cogitativa humana (estimativa en los animales) ésta conoce lo individual bajo su naturaleza en común. 

La naturaleza en común no es propia de un sujeto sino de todos los de la especie. 

La distinción en los apetitos sensitivos:
Los apetitos sensibles son la inclinación que sigue al conocimiento sensible. El modo de apetecer de estas tendencias es distinto del que sigue a la razón, el propio de la voluntad

Lo propio del apetito sensible es desear lo sensible, y consta de dos inclinaciones suficientemente distintas: el apetito concupiscible y el irascible, 

El primero inclina a buscar lo conveniente y a evitar lo nocivo actualmente percibido (ej. el deseo de comer ya este caramelo que nos están ofreciendo; el retirar la mano instantáneamente de ese objeto que nos está quemando, etc.). El segundo mueve a resistir lo adverso y conseguir de modo arduo lo conveniente, ausente ahora pero alcanzable en un futuro próximo (ej. encontrar un refugio que de la lluvia nos proteja). 

En los posibles conflictos entre diversos apetitos tiene, si la persona quiere, las de ganar el apetito irascible, porque es superior, más fuerte que el concupiscible
. Pero a veces, si la persona desea, se deja llevar por las apetencias instantáneas sin atender a las reclamas del irascible.

Ambos apetitos en el hombre son dirigidos por la razón, y se subordinan también a la voluntad.

La distinción en los sentimientos sensibles:

Los sentimientos son los estados en que se encuentran las facultades sensibles. Evidentemente ello depende en buena medida de la disposición corporal.

Los sentimientos sensibles son, pues, estados de ánimo que acompañan al conocimiento sensible y que se sitúan en la facultad. 

tales sentimientos son sensibles porque son consecuencia de los actos cognoscitivos de las facultades sensibles. Los sentimientos son la información acerca del estado de la facultad sobre la conveniencia o inconveniencia de los objetos conocidos, deseados, etc., por los actos de la facultad respecto de ésta. Por ejemplo, los colores de un atardecer soleado son agradables para la vista cuando el soporte orgánico, los ojos, están bien dispuestos; no cuando se posee fiebre y se prefiere mantener los ojos cerrados.

Como la facultad sensible es orgánica, cambia, y por eso sucede que los sentimientos son cambiantes. Los colores de un paisaje otoñal que un día se ven como agradables, otro día, por cansancio, por falta de fuerzas físicas, por hambre, sueño, resfriado, etc., se pueden ver con desagrado.

La sensibilidad no es ni única ni unitaria, de modo que se puede “sentir” a la par agrado ante lo que se ve (ej. un paisaje espléndido de altas montañas nevadas en invierno) y desagrado ante lo que se toca (ej. un frío espantoso en esa misma excursión alpina). 

Si al amor personal se le llama extensivamente sentimiento, pues muy bien, pero téngase en cuenta que ese amor cabe sin “sentir” nada, “sintiendo” incluso dolor, o “estando” corporalmente mal. Si los sentimientos sensibles acompañan a ese amor, pues estupendo. Si no, pues es una pena, porque podrían acompañarlo, pero como de hecho no hay completa armonía en el compuesto humano, lo importante es darse cuenta que uno no se reduce a sus estados de ánimo.

Los sentimientos o la afectividad son indicativos para obrar, porque sin ellos el conocimiento sensible no puede ser seguido por tendencias. 

Delegar todo el querer humano al sentimiento es acomodarse a la mediocridad. La afectividad es pasiva, porque los órganos reciben afecciones. Si ésta no es ordenada por la inteligencia, y si no es gobernada por la voluntad, intenta colorear toda nuestra vida, pero entonces, por ser pasiva, tropieza y se aplasta ante la dureza de la vida que le hace frente. 

hay que educar los sentimientos. ¿Cómo? Poniéndolos al servicio de la inteligencia, de la voluntad; en rigor al de la persona. Conviene que los sentimientos estén proporcionados al amor personal. El cariño interior se ayuda de los sentimientos en su manifestación. Por eso, una afectividad moderada por la razón y regida por la voluntad ayuda a hacer la vida humana más agradable.